Un paseo solitario
Decidió dar un paseo para despejar la mente, con la esperanza de que el aire fresco del atardecer le proporcionara cierto consuelo. Mientras paseaba por el tranquilo barrio, no pudo evitar repetir el enfrentamiento en su mente. Cada palabra, cada gesto, parecían grabarse más profundamente en su memoria. El silencio de Katie, seguido de su ira, le desconcertó. Se preguntó si había sido demasiado duro, si sus miedos le habían nublado el juicio y le habían hecho ver engaño donde no lo había.

Un paseo solitario
Dudando de sí mismo
David empezó a cuestionarse su propia cordura. ¿Se había dejado llevar por sus inseguridades? ¿Existía la posibilidad de que Katie dijera la verdad y él se hubiera dejado llevar por sus sospechas? La idea se agitaba en su mente, arrastrándole aún más a un torbellino de dudas sobre sí mismo. Quería creer que había cometido un grave error, que podría rectificarse con una sincera disculpa.

Dudando de sí mismo

