acercándose al momento
El momento por el que había estado trabajando estaba por fin a mi alcance, y me preparé para lo que estaba por llegar. Un umbral invisible se alzaba ante mí, cargado de posibilidades y riesgos. Al mirar a mi alrededor, me invadió una palpable sensación de preparación, alimentada por meses de silenciosa preparación. El aire de la sala se sentía electrificado, y cada segundo que pasaba resonaba con más fuerza en mi mente mientras afianzaba mi determinación. Comenzó una cuenta atrás silenciosa, a sólo unos instantes de la oportunidad que había estado esperando.

Acercándonos al momento
tintineo de utensilios
Cuando mi suegra hizo un comentario mordaz sobre mi peso, me quedé paralizada y el tintineo de los cubiertos contra el plato rompió el ritmo de la conversación informal. El sonido perduró, atravesando la atmósfera como sus palabras: agudas, deliberadas y diseñadas para herir. Se me subió el calor a la cara, y un rubor de vergüenza y rabia floreció en mis mejillas. La habitación se quedó en silencio y la charla, antes animada, fue sustituida por una pausa pesada e incómoda, cargada de tensión y expectación tácitas.

Traqueteo de utensilios