Ninguna respuesta
No iba a tomarse su respuesta a la ligera. “¿Hay algo que Bailey pueda hacer para garantizar tu seguridad en el baño?” Sólo le incitó a seguir adelante el parpadeo de ella como reacción. “Y cuando me dices que estás trabajando, ¿dónde vas a lo largo del día?” La quietud era opresiva. David esperaba ansiosamente una palabra de su mujer, preguntándose si por fin se mostraría comunicativa.

Ninguna respuesta
Acusaciones infundadas
Fue entonces cuando se dio cuenta de que el silencio de su mujer no era un signo de evasión, sino de su creciente rabia. “¿Así que ahora me vigilas tú? Le escupió a la cara. Cuando era ella la que actuaba de forma extraña, David no podía creer que fuera él el regañado. Los lloriqueos de Bailey al lado de Katie avivaron su propia ira, y su mujer ignoró por completo a su marido y sus preguntas en favor del cachorro.

Hacer acusaciones infundadas

